Soberanía alimentaria y economía social y solidaria para un futuro mejor
Carlos Askunze (REAS Euskadi-Red de Economía Alternativa y Solidaria)
La soberanía alimentaria, es el derecho de los pueblos a definir su propia política agraria y alimentaria, de forma que sean ecológica, social, económica y culturalmente apropiadas a sus circunstancias.
Implica priorizar la producción agrícola local para alimentar a la población, garantizar el acceso de la población campesina a la tierra, al agua, a las semillas y al crédito, el derecho a producir alimentos y el derecho de quienes los consumen a poder decidir lo que quieren consumir, cómo y quién lo produce… En definitiva, se trata de garantizar, la participación de los pueblos en la definición de la política agraria y, particularmente, el reconocimiento de los derechos de las personas campesinas como agentes esenciales en la producción agrícola y en la alimentación de la comunidad.
Particularmente, la soberanía alimentaria es una propuesta alternativa en sociedades y pueblos hiper urbanizados como los nuestros, donde la agricultura local ha ido perdiendo peso social y económico, y el consumo de alimentos está condicionado por la oferta de las grandes cadenas comercializadoras, que venden en el mercado internacional productos excedentarios más baratos y aplican en todos los territorios una política de venta por debajo de los costos de producción.
Es un hecho que la situación actual de la agricultura (local e internacionalmente) está directamente vinculada a un modelo capitalista de producción, comercialización y consumo que hace del lucro y de la maximización de beneficios su objetivo prioritario, por encima de las consideraciones culturales, sociales, ecológicas, laborales o de salud alimentaria. Y es por ello, donde la soberanía alimentaria entra en conexión directa con las propuestas de la economía social y solidaria que, al igual que otras corrientes críticas y transformadoras como la feminista, la ecologista o la de los comunes, tratan de recuperar la soberanía y el control ciudadano de la economía, para colocarla al servicio de la sostenibilidad de la vida.
Desde esa perspectiva, la economía social y solidaria, asume las propuestas de la soberanía alimentaria porque contribuyen a la construcción de un nuevo paradigma económico más sostenible, equitativo e inclusivo y, por lo tanto, enriquecen las propuestas socioeconómicas alternativas de todo el movimiento y, particularmente, de REAS Euskadi-Red de Economía Alternativa y Solidaria. A su vez, desde la economía social y solidaria se promueve la revalorización de la agricultura ecológica y local como una estrategia de desarrollo territorial alternativo e incluye sus productos de forma prioritaria en el desarrollo de propuestas alternativas de comercialización y consumo, sea a través de la estrategia del impulso de un mercado social o a través de iniciativas concretas relacionadas con el asociacionismo y cooperativismo en el ámbito del consumo.
En esta conexión, cabe señalar el reto de hacer que la economía social y solidaria sea capaz de “ruralizar” más su discurso y sus prácticas, tratando de colocar las herramientas del empredizaje, las finanzas éticas, el mercado social o la compra pública responsable, entre otras, al servicio del crecimiento del sector rural agroecológico, desde propuestas cooperativas y alternativas a las convencionales. Un reto, además, que supone reconectar el ámbito rural con el urbano, así como la producción con el consumo, en el marco del desarrollo de proyectos de economía social y solidaria basados en la soberanía alimentaria, la sostenibilidad ambiental, la equidad entre mujeres y hombres, la generación mercados inclusivos y democráticos y la organización y la autogestión de la propia comunidad a la hora de definir y desarrollar su futuro.
Un futuro mejor que difícilmente se podrá proyectar y construir sin contar con las propuestas de la soberanía alimentaria y de la economía social y solidaria.